La disciplina cognitiva se refiere a la capacidad de controlar la atención, los pensamientos y las emociones para lograr objetivos a largo plazo. Esta habilidad es fundamental para el éxito en la vida y se ha demostrado que tiene un impacto significativo en el rendimiento académico, la salud mental y la satisfacción general con la vida.

Desde temprana edad, los niños que son capaces de ejercer la disciplina cognitiva tienden a tener mejores resultados académicos y un mayor autocontrol. Un estudio realizado por Moffitt et al. (2011) encontró que los niños que tenían una mayor disciplina cognitiva a los 3 años de edad tenían una mayor probabilidad de tener un mejor rendimiento académico a los 11 años, incluso después de tener en cuenta otros factores como el coeficiente intelectual y el estatus socioeconómico.

En la adolescencia, la disciplina cognitiva se vuelve aún más importante, ya que los jóvenes enfrentan una gran cantidad de distracciones y tentaciones. Los adolescentes que tienen una buena disciplina cognitiva se desempeñan mejor en la escuela, tienen menos probabilidades de involucrarse en conductas de riesgo y tienen una mayor autoestima. Un estudio realizado por Duckworth y Seligman (2005) encontró que la disciplina cognitiva era un predictor más fuerte del éxito académico que el coeficiente intelectual.

En la edad adulta, la disciplina cognitiva sigue siendo importante para el éxito en la vida. Las personas que son capaces de controlar sus pensamientos, emociones y comportamientos tienen más probabilidades de alcanzar sus metas y tener una vida satisfactoria. Un estudio realizado por Tangney et al. (2004) encontró que la disciplina cognitiva estaba relacionada con una mayor autoestima, una menor depresión y una mayor satisfacción con la vida.

Entonces, ¿cómo se puede mejorar la disciplina cognitiva? Los estudios sugieren que la práctica y el entrenamiento son clave. Por ejemplo, un estudio realizado por Diamond et al. (2011) encontró que un programa de entrenamiento de la atención mejoró significativamente la disciplina cognitiva en niños de 4 años. En adultos, la meditación y la atención plena también se han demostrado que son eficaces para mejorar la disciplina cognitiva (Tang et al., 2007).

En conclusión, la disciplina cognitiva es una habilidad fundamental que tiene un impacto significativo en el éxito en la vida. Desde temprana edad, es importante fomentar esta habilidad y proporcionar oportunidades para su práctica y entrenamiento. A medida que los niños crecen y se convierten en adultos, la disciplina cognitiva sigue siendo importante y puede ser mejorada a través de la práctica regular y la meditación.

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Referencias:

Diamond, A., & Lee, K. (2011). Interventions shown to aid executive function development in children 4 to 12 years old. Science, 333(6045), 959-964.

Duckworth, A. L., & Seligman, M. E. (2005). Self-discipline outdoes IQ in predicting academic performance of adolescents. Psychological science, 16(12), 939-944.

Moffitt, T. E., Arseneault, L., Belsky, D., Dickson, N., Hancox, R. J., Harrington, H., ... & Caspi, A. (2011). A gradient of childhood self-control predicts health, wealth, and public safety. Proceedings of the National Academy of Sciences, 108(7), 2693-2698.

Tang, Y. Y., Ma, Y., Wang, J., Fan, Y., Feng, S., Lu, Q., ... & Posner, M. I. (2007). Short-term meditation training improves attention and self-regulation. Proceedings of the National Academy of Sciences, 104(43), 17152-17156.

Tangney, J. P., Baumeister, R. F., & Boone, A. L. (2004). High self-control predicts good adjustment, less pathology, better grades, and interpersonal success. Journal of personality, 72(2), 271-324.